COMPETENCIAS EMOCIONALES UN RETO PARA LA PSICOLOGÍA MODERNA

Las competencias emocionales abarcan a nivel personal: un conocimiento profundo de sí mismo, de las propias limitaciones y capacidades. Una valoración realista de dicho potencial y un característico sentido positivo y optimista de las circunstancias.

La habilidad para reconocer, diferenciar e identificar el poder de las propias emociones, así como sus causas determinantes e impacto sobre los demás; la capacidad de regularlas, precisando la información y utilidad que cada una de ellas genera en sí mismo. La fuerza interior, de carácter motivacional, que lleva al logro de los más altos objetivos y aspiraciones de vida, así como a la persistencia para alcanzarlos, a la posibilidad de sobreponerse a las dificultades y a encontrar la inspiración necesaria que contribuya al alcance de un “estado de flujo”.

Y a nivel interpersonal, comprenden: las habilidades para comunicarse asertiva y empáticamente; la habilidad para iniciar contactos, la posibilidad de establecer vínculos, mantenerlos a través del tiempo, profundizar en ellos cuando se requiera y no menos importante, a finalizar relaciones cuando éstas no generan un beneficio, gratificación o realización a las partes involucradas.

Es así, como el reconocimiento de dichas competencias trae a la psicología moderna el reto de desarrollarlas con el objetivo no solo de deshacer deficiencias sino como posibilidad de desarrollar el potencial y magnificencia del talento humano. Esto plantea a la psicología la oportunidad de trabajar no solo desde la carencia, la enfermedad, la patología o la desviación de la norma, sino desde la concepción de la ontología misma del ser en todo su potencial y posibilidades de desarrollo desde lo emocional, tal como la plantea la psicología positiva.

Autores:Adriana Vásquez / https://www.idconsultingco.com/

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